En un hito histórico, la Iglesia del Águila y el Cóndor (CEC, por sus siglas en inglés) ha logrado un acuerdo con las agencias federales de los Estados Unidos que garantiza su libertad religiosa y su derecho a utilizar la Ayahuasca como sacramento. Este acuerdo, alcanzado sin necesidad de ir a juicio, marca la primera vez que una iglesia no cristiana asegura su derecho a importar y compartir su sacramento sin obstáculos legales.
La CEC, fundada en 2018 en Arizona, es la primera iglesia de su tipo en recibir protección para sus prácticas espirituales relacionadas con la Ayahuasca. La importancia de este logro va más allá de los límites de la propia iglesia, sentando un precedente que beneficia a otras religiones indígenas y sincréticas. Bajo los términos del acuerdo, la CEC recibirá una exención religiosa de la Ley de Sustancias Controladas de los Estados Unidos, asegurando así su derecho a seguir sus tradiciones espirituales sin interferencia del gobierno.
El acuerdo permite a la CEC importar, preparar y distribuir la Ayahuasca durante ceremonias sagradas. Además, se han establecido medidas para garantizar la seguridad pública y de los participantes, abordando las preocupaciones del gobierno sobre la desviación de la Ayahuasca y la protección de la integridad de la ceremonia.

Los líderes de la CEC y su equipo legal han expresado su satisfacción con el resultado del acuerdo, destacando su importancia histórica y su impacto en el reconocimiento de las tradiciones espirituales indígenas. Joseph Tafur MD, Ayahuasquero de la CEC, enfatizó la importancia de la ceremonia de Ayahuasca para la iglesia, destacando su arraigo en la tradición amazónica Shipibo y su papel en la realización de la Profecía del Águila y el Cóndor. Belinda P. Eriacho, Miembro de la Junta de la CEC, señaló que el acuerdo representa un reconocimiento crucial de las creencias espirituales de los pueblos indígenas y un paso hacia la restauración de su forma de vida suprimida. Rodney Garcia MD, otro miembro de la junta, agregó que la CEC fue fundada en base a la Profecía del Águila y el Cóndor, y que el acuerdo legal es una continuación de esa historia. Martha Hartney, Asesora General de la CEC, destacó el apoyo de la comunidad y la importancia de preservar las creencias indígenas en la sociedad estadounidense.
En conclusión, el acuerdo entre la CEC y las agencias federales de los Estados Unidos representa un triunfo para la libertad religiosa y un reconocimiento histórico de las tradiciones espirituales indígenas. Este hito marca un paso adelante en el respeto y la protección de las creencias de los pueblos originarios de las Américas y establece un precedente importante para futuras disputas legales relacionadas con la libertad religiosa en los Estados Unidos.

