Preguntas frecuentes

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Son sustancias psicoactivas (entre las que se cuentan la psilocibina, LSD, MDMA o ketamina), antiguamente conocidas como “alucinógenas” pero que también tienen la particularidad de manifestar algunos procesos mentales subconscientes y relajar algunos patrones mentales aprendidos, facilitando su cambio posterior en psicoterapia.

Los psicodélicos se dividen en psicodélicos típicos (psilocibina, mescalina, LSD, DMT, ayahuasca) y atípicos (psicodélicos empatógenos como la MDMA / éxtasis, o psicodélicos disociativos como la ketamina, la ibogaína y la salvinorina)

La mayoría de las sustancias psicodélicas típicas (como psilocibina, LSD) tienen muy bajo potencial adictivo e incluso se utilizan para tratar adicciones a otras sustancias, aunque hay algunas sustancias psicodélicas más “atípicas” (como la ketamina o la MDMA) con un un potencial adictivo moderado si se usan fuera de un contexto terapéutico. 

La mayoría de las sustancias psicodélicas típicas (como psilocibina, LSD) tienen muy bajo potencial tóxico si se utilizan en sus dosis normales y contextos terapéuticos, aunque hay algunas sustancias psicodélicas atípicas (como la ketamina o la MDMA) con un un potencial tóxico moderado si se usan fuera de contextos recreativos no-terapéuticos o sin controlar adecuadamente la dosis/frecuencia de consumo.

Si por volverse loco entendemos sufrir un episodio psicótico, es muy raro que esto suceda pero podría suceder en personas con predisposición previa a la psicosis. Afortunadamente, a día de hoy, en el contexto clínico controlado esto no sucede gracias a la exhaustiva labor de selección y preparación de los participantes.

Los psicódelicos se emplean siguiendo el modelo conocido como “terapia asistida con psicodélicos” (TAP) la cual combina una terapia psicológica combinada con el empleo de psilocibina, ayahuasca o LSD. Así mismo, los terapeutas dividen en cinco partes esenciales este tipo de terapia: el screening, la preparación,  la toma, la integración y el seguimiento.

Si quieres saber más acerca de las funciones de cada fase, puedes encontrar más información en nuestro apartado de “modelo terapéutico”, en la pestaña de información

Varios estudios respaldan la eficacia de la terapia asistida con psicodélicos (TAP). Por ejemplo, estudios realizados en la Universidad Johns Hopkins y el Imperial College de Londres han encontrado que la psilocibina puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión resistente al tratamiento. Otras investigaciones han mostrado que la terapia asistida con MDMA puede ser efectiva para el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Sin embargo, aunque los resultados iniciales son prometedores, se requieren más investigaciones para confirmar la eficacia y seguridad a largo plazo de la TAP.

Los psicodélicos, como la psilocibina, actúan sobre los receptores de serotonina en el cerebro, lo que puede cambiar temporalmente la forma en que se comunican las diferentes áreas del cerebro. Esta «reorganización» puede permitir a los pacientes ver sus problemas o experiencias desde una perspectiva diferente, lo que puede ser terapéutico. 

Si quieres saber más acerca de la investigación sobre los efectos de los psicodélicos en el cerebro, puedes encontrar más información en nuestro blog y en el apartado de “recursos”.

Sí, existen contraindicaciones para la TAP. Los individuos con un historial de psicosis o esquizofrenia, o aquellos con un riesgo elevado de estas afecciones, suelen ser excluidos debido al potencial de exacerbar estos trastornos. Además, algunas condiciones médicas, como enfermedades cardiovasculares graves, también pueden ser contraindicaciones. 

Por ello, es esencial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier nuevo tratamiento.

El costo de la TAP puede variar significativamente, dependiendo de factores como la ubicación, el terapeuta y la duración de la sesión. Los precios pueden oscilar desde cientos hasta varios miles de dólares por sesión. 

En cuanto a la cobertura del seguro, la mayoría de las aseguradoras no cubren actualmente este tipo de terapia, ya que muchos psicodélicos todavía no están aprobados para uso médico en muchos lugares. Sin embargo, esto podría cambiar a medida que más investigaciones respalden su eficacia y seguridad.

El tiempo necesario para ver los resultados de la TAP puede variar de una persona a otra. Algunos individuos experimentan cambios significativos después de una sola sesión, mientras que otros pueden necesitar varias sesiones. Los estudios han informado de mejoras en síntomas de depresión y ansiedad que pueden durar semanas o incluso meses después de una única sesión. Sin embargo, la experiencia es altamente individual y debe ser supervisada por un profesional de la salud.

Sí, los terapeutas que practican la TAP generalmente requieren una formación específica. Varias organizaciones ofrecen programas de capacitación y certificación, que incluyen la enseñanza de las habilidades clínicas necesarias, así como la formación en aspectos éticos y legales. Es importante tener en cuenta que los requisitos pueden variar según la jurisdicción y el tipo de psicodélico utilizado.

La interacción de los psicodélicos con otros medicamentos puede variar y puede ser potencialmente peligrosa. Algunos medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), utilizados comúnmente para la depresión y la ansiedad, pueden reducir la eficacia de los psicodélicos o causar síndrome serotoninérgico, una afección potencialmente grave. Es esencial discutir cualquier medicamento que esté tomando con un profesional de la salud antes de participar en la terapia asistida con psicodélicos.

El futuro de la terapia asistida con psicodélicos es prometedor. Las investigaciones se centran en el tratamiento de la depresión resistente, la ansiedad, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y el temor a la muerte. También se estudia su uso para tratar la adicción y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Sin embargo, la regulación de estos psicodélicos, aún ilegales en muchos lugares, es un desafío. 

Aunque los resultados iniciales son alentadores, se necesita más investigación para entender completamente los riesgos y beneficios, y para desarrollar protocolos y capacitación adecuados. A pesar de los desafíos, el interés y la investigación sobre esta terapia probablemente seguirán creciendo.

La seguridad de la terapia asistida con psicodélicos depende de varios factores, incluyendo la sustancia utilizada, la preparación del paciente y la supervisión profesional. Los estudios iniciales sugieren que, bajo condiciones controladas, puede ser tan segura como otras terapias para problemas de salud mental.

Sin embargo, los psicodélicos pueden provocar efectos psicológicos intensos y no son adecuados para todos, especialmente para aquellos con antecedentes de psicosis. Si bien los efectos secundarios físicos suelen ser leves, la experiencia puede ser emocionalmente desafiante. 

Se requiere más investigación para una comparación completa con otros tratamientos de salud mental.

Es el proceso en el que estamos inmersos desde finales del siglo XX en el que un número creciente de investigadores en salud mental y neurociencias están sumergiéndose en el estudio de los psicodélicos para aplicarlos en salud mental. Es un renacimiento, porque en los años cincuenta y sesenta ya pasó.

Desde Inawe apoyamos el desarrollo de un uso seguro y legal de los psicodélicos, pero dado que todavía no está aprobado el uso de estas sustancias en España, no podemos apoyar directamente ni recomendarte ningún centro terapéutico donde se lleve a cabo la terapia asistida con psicodélicos. 

Si estás interesado en tener una experiencia, te recomendamos acudir a ensayos clínicos, a terapia legal con ketamina o a países en que su uso esté regularizado y puedas beneficiarte de una experiencia acompañado de profesionales formados en esta técnica. En nuestra página web puedes encontrar numerosos recursos formativos que pueden guiarte en búsqueda.

En Inawe estaríamos encantados de poder contar contigo para hacer tus prácticas de grado o máster. Unas prácticas son la forma ideal de conocer la organización, contribuir a proyectos interesantes y adquirir conocimientos e inspiración para su posterior desarrollo académico y personal. No dudes en contactarnos si deseas más información.

De acuerdo a los informes emitidos por la junta internacional de estupefacientes en 2010 y 2012, la ayahuasca, las setas psilocybes y el cactus de San Pedro no son plantas prohibidas (a diferencia de sus principios activos, que sí que están prohibidos), siendo las únicas plantas prohibidas el cannabis, la coca y el opio. Así mismo, no existe regulación en torno al empleo de estas sustancias con fines terapéuticos. Sin embargo, desde Inawe sólo recomendamos el empleo de estos compuestos bajo la tutela de profesionales de la salud formados y en contextos únicamente médicos, para lo cual, actualmente no existe un regulación que los avale como terapia. Pese a ello, existen en España y otras partes del mundo distintos estudios en hospitales donde se emplean estos compuestos con fines terapéuticos. Puedes saber más acerca de estos estudios en nuestro apartado de recursos.