Psilocibina y dependencia al alcohol: ¿un tratamiento alternativo? 

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) en el DSM-5, define el Trastorno por Uso de Alcohol (TUA) como un patrón problemático de consumo que provoca un deterioro clínicamente significativo. Se observa que la persona sigue consumiendo a pesar de los problemas que esto le ocasiona, experimenta un deseo intenso por beber (DIB) tras la exposición a estímulos relacionados con la sustancia y presenta recaídas recurrentes

El tratamiento farmacológico aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), incluye principalmente acamprosato, disulfiram y naltrexona, acompañado generalmente con psicoterapia. Sin embargo, un metaanálisis evidenció que, si bien estos fármacos muestran cierta eficacia, al compararlos con placebo, presentan contraindicaciones y efectos secundarios. Ante ello, ha aumentado el interés en la investigación psicodélica para tratar el TUA, iniciada en 1934 por Bill Wilson (fundador de Alcohólicos Anónimos) y retomada tras el renacimiento psicodélico, pues actualmente la psilocibina podría ser una alternativa menos riesgosa y más eficiente.

En un ensayo clínico doble ciego aleatorizado (ECDA) con pacientes TUA, se evaluó si el tratamiento asistido con psilocibina reducía el consumo excesivo de alcohol, en comparación con placebo. En esta metodología ni los participantes ni los investigadores saben quién recibe cada sustancia, evitando sesgos. Los resultados mostraron que el porcentaje de días de consumo excesivo de alcohol se redujo significativamente con psilocibina y psicoterapia (9.7%), en contraste con el grupo que recibió placebo y psicoterapia (23.6%). Además, el consumo medio diario también fue menor con psilocibina. 

En otro ECDA, al finalizar un tratamiento de abstinencia, los pacientes recibieron una dosis única de psilocibina o placebo combinada con psicoterapia breve con el objetivo de prevenir recaídas. Si bien no se hallaron diferencias significativas entre los grupos en la duración de la abstinencia o el consumo medio diario, en el grupo que recibió psilocibina se observó una reducción del DIB y de los síntomas depresivos asociados tras la experiencia psicodélica. 

Finalmente, en un estudio transversal (sin seguimiento a largo plazo), se aplicó un cuestionario a pacientes con antecedentes de dependencia alcohólica para evaluar los efectos antiadictivos de la psilocibina y el LSD. El 72% de los participantes declaró haber cumplido con los criterios para TUA grave el año anterior a su experiencia psicodélica recreativa. Posteriormente, el 83% ya no cumplía los criterios para ningún TUA. Los resultados sugieren que la autoobservación, las experiencias trascendentales y el significado personal atribuido a estas, se asociaron con una reducción en el consumo de alcohol. Además, entre el 37 y 69% de los encuestados reportó que los síntomas de abstinencia fueron mucho menos severos tras su experiencia psicodélica en comparación con intentos previos de sobriedad. 

Estos hallazgos respaldan la necesidad de seguir investigando los beneficios y riesgos de la Terapia Asistida con Psicodélicos como la psilocibina, en el tratamiento del TUA, pues se hipotetiza que podría contribuir a la modificación de patrones rígidos de pensamiento y comportamiento, y a la disminución de los síntomas físicos característicos de este trastorno.