Un reciente informe elaborado por la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU) insta a un cambio en la forma en que se aborda el problema global de las drogas. En lugar de castigar a las personas que usan drogas, el informe sugiere que deberíamos centrarnos en los derechos humanos y la salud pública.
Este informe argumenta que castigar a las personas que usan drogas no está funcionando y que, en cambio, está causando más problemas. Por ello, en lugar de arrestar a estas personas, el informe sugiere centrar las medidas en ayudarlas de una manera más comprensiva. Una idea importante es dejar de castigar a las personas por tener pequeñas cantidades de drogas para su uso personal. Esto se llama «despenalización«, y el informe dice que, si se hace bien, puede proteger los derechos de las personas que consumen drogas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, comentó que las leyes y políticas sobre drogas no deberían empeorar la vida de las personas. A su vez hizo hincapié en que el problema de las drogas sigue siendo un motivo de preocupación, pero tratar a las personas que consumen drogas como criminales no es la solución. En lugar de castigar, deberíamos centrarnos en reducir los daños y respetar los derechos humanos.

El informe también destaca que las políticas actuales sobre drogas a menudo hacen que las personas no busquen ayuda cuando la necesitan y las excluye de la sociedad. Además, estas políticas están llevando a una sobrepoblación en las cárceles y a graves violaciones de los derechos humanos, como los asesinatos extrajudiciales.
A su vez, el informe muestra que estas políticas afectan de manera desproporcionada a las personas de ascendencia africana, a las mujeres, a los pueblos indígenas y a los jóvenes de comunidades desfavorecidas.
Un dato alarmante es que el informe señala que el número de personas ejecutadas por delitos relacionados con las drogas se ha duplicado en 2022 en comparación con el año anterior, lo que va en contra de los estándares de derechos humanos internacionales.
En resumen, la ONU está instando a los países a cambiar la forma en que tratan a las personas que usan drogas. En lugar de castigarlas, deberíamos centrarnos en proteger sus derechos y en ayudarles a llevar vidas más seguras y saludables. La ONU espera que más países sigan el ejemplo de aquellos que ya están adoptando políticas basadas en la evidencia y centradas en la reducción de daños y los derechos humanos en lugar de la represión.
Este informe puede suponer un paso muy importante para facilitar el acceso a la terapia asistida con psicodélicos (TAP), cuyas implicaciones seguiremos detenidamente desde inawe.