La Facultad de Biología de la UCM volvió a abrir sus puertas para acoger una nueva edición de la mesa redonda “Avances y retos en la neurociencia de los psicodélicos”. Cinco voces expertas de inawe trazaron un recorrido por el pasado, presente y futuro de estas sustancias en el ámbito científico y terapéutico, intervenciones que despertaron interés académico y reflexión personal.
Antón Gómez-Escolar, psicofarmacólogo, divulgador en la drogopedia y autor del recién publicado Expande tu mente, abrió el evento con una exposición que entrelazó historia, farmacología y cultura. Desde compuestos clásicos como la psilocibina o el LSD hasta los más recientes avances clínicos con MDMA, ketamina o 5-MeO-DMT, su intervención ofreció el contexto necesario para entender por qué la investigación psicodélica vive hoy un momento de crecimiento sin precedentes.
La conversación avanzó con Marta Pérez Carmona, neuropsicóloga, quien compartió su experiencia en terapia asistida con psicodélicos (TAP), explicando cómo estas intervenciones se estructuran en fases cuidadosamente diseñadas: cribado, preparación, experiencia e integración. Su presentación ofreció una mirada práctica, centrada en procesos terapéuticos y herramientas clínicas utilizadas en ensayos clínicos actuales.

La neurocientífica Irene de Caso abordó los mecanismos biológicos que podrían explicar el efecto terapéutico de estas sustancias. Su intervención se centró en la acción de psicodélicos sobre redes cerebrales como la red neuronal por defecto (DMN) y en procesos como la neuroplasticidad, fundamentales para comprender el potencial de cambio profundo que pueden generar estas experiencias.
Por su parte, el investigador José Ángel Morales presentó resultados preclínicos que abren una línea de investigación prometedora: el uso del DMT como agente neuroprotector en enfermedades como el Parkinson. Su trabajo sugiere que esta molécula podría inducir la formación de nuevas neuronas y reducir la inflamación en modelos experimentales.
Cerró la mesa Gerardo Gonzalo Mier, doctorando en la Universidad de Coimbra, con un estudio centrado en los efectos de la ayahuasca sobre la cognición social. Mediante técnicas avanzadas de neuroimagen su investigación busca entender cómo esta sustancia influye en la percepción emocional y la interacción social, revelando patrones cerebrales que reflejan los cambios generados por esta experiencia.
Durante la jornada se abordaron cuestiones que invitan a mirar más allá de lo evidente; ¿Qué ocurre en el cerebro cuando se disuelve el ego? ¿Es posible medir una experiencia mística? ¿Podría una molécula como el DMT cambiar la forma en que abordamos enfermedades neurodegenerativas? ¿Qué nos dice la neurociencia sobre el impacto social de una ceremonia ancestral? ¿Estamos ante un nuevo paradigma terapéutico?
Las respuestas a estas preguntas—y muchas más—están disponibles en la grabación completa del encuentro, para quienes quieran revivir lo compartido. En conjunto, la mesa redonda subrayó la relevancia de integrar perspectivas clínicas, neurocientíficas y fenomenológicas en el estudio de estas sustancias. Una tarea compleja, pero indispensable, para avanzar en el desarrollo riguroso y ético de las terapias asistidas con psicodélicos.

