En una entrevista publicada por RTVE este mes de Julio (2023), Carlos Alonso, CEO de Inawe y Antón Gómez-Escolar, asesor científico, ilustraron la situación actual de la investigación con psicodélicos, tanto en España como a nivel global.
En los últimos años, ha aumentado el interés de los investigadores hacia el uso de los compuestos psicodélicos para tratar trastornos mentales y otras afecciones. Australia se ha convertido en el primer país en autorizar el uso de psicoterapia asistida con psilocibina y MDMA a partir del 1 de julio y otros países como Holanda, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos también están probando estas sustancias en contexto terapéutico. Sin embargo, en España, los avances en este campo han sido más lentos.

Se ha hablado de una revolución en el campo de la psicología, la psiquiatría y la salud mental gracias a los avances en los estudios con psicodélicos, ya que es sabido que muchos medicamentos convencionales solo son efectivos en un mediano porcentaje de pacientes, mientras que las sustancias psicodélicas pueden actuar como catalizadores en procesos terapéuticos y ser más efectivas para curar trastornos mentales sin necesidad de un uso crónico de estos fármacos.
Los avances tecnológicos de las últimas décadas han permitido conocer mejor cómo estas sustancias actúan en el cerebro y cómo reducir los riesgos asociados a su uso. Un reciente estudio ha desvelado que los efectos antidepresivos de los psicodélicos pueden separarse de las alucinaciones y promover la neuroplasticidad, y otro estudio pionero expresa que también aumenta la capacidad de aprendizaje del cerebro.

A pesar de que todavía falta investigación, el mercado de los psicodélicos está en crecimiento y se espera que esté valorado en 8,3 mil millones de dólares para el 2027. En Europa, empresas como Beckley Psytech, están desarrollando medicamentos psicodélicos seguros, y aunque en España los avances en los ensayos clínicos con psicodélicos han sido más lentos, se están estudiando sustancias como la ibogaína, la psilocibina o el MDMA para el tratamiento de adicciones, la depresión resistente al tratamiento y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Estos estudios generalmente son realizados por universidades y farmacéuticas, y en contadas ocasiones organizaciones independientes como MAPS. En nuestro pais, la falta de financiación, la escasa formación, el estatus legal y la falta de apertura de los comités de ética, son los principales desafíos para la investigación con psicodélicos. Sin embargo, cada vez hay más inversión en estudios y una mayor demanda por parte de la población.
Aunque los avances en el uso terapéutico de psicodélicos están en curso, se requiere más investigación y difusión de resultados para acabar con los prejuicios y ganar el respaldo de la opinión pública. Iniciativas como esta entrevista a nuestro equipo ayudan a mantener una actitud informada, crítica, y coherente con los datos científicos, facilitando la aceptación de la TAP como una opción eficaz y segura en el tratamiento de la salud mental en nuestro país.